La yuxtaposición de series en La intemperie de Gabriela Massuh (Literatura/Matías Rosas).

La  yuxtaposición de series en La intemperie.
Este recurso que la autora usa para hacer avanzar la trama consiste, por medio de un formato de diario íntimo, en una narradora que cuenta sobre su vida en un contexto social, con tono pasional y permanente manifestación de su estado de ánimo. “Durante los años 90 me alejé del sufrimiento en letras de molde, me escapé de los laberintos del yo (…). Me dije: la pasión es la ficción” (pag. 8). Esta narradora omnisciente, en el inicio de la novela, nos anticipa una década pasada a la que transcurre el texto, en la que ha sufrido y, por medio de la ficción, nos contará las consecuencias o esquirlas en la sociedad argentina y también en ella ¿Qué quiere narrar?, ¿su historia personal o el contexto? ¿Cuál es la jerarquía? Cada lector pondrá su mirada en el plano que prefiera. Pero esta yuxtaposición iterativa de planos hace que la historia avance y no aburra. Su historia personal que habla de su separación de Diana, de sus amistades, sus padres, trabajo, viajes y de Buenos Aires, contado y fechado entre el 31 de diciembre del 2002 y 1 de julio del 2004, se mezcla con la situación política y social argentina. “A mi regreso encuentro un mail de Sergio. Le cuento que Vivir sin Estado es un proyecto que articulé a partir de una necesidad visceral” (pag. 28). “Es una manera de salir a la intemperie, es fresco, es erótico, es irritante, es alma en pena y penar del alma, Suley. Así estoy, a esta edad incierta y otoñal, convertida en un adolescente nauseabundo, feliz y desdichado al mismo tiempo, curioso y aburrido, enervante y manso, a punto de estallar en mil fragmentos” (pag. 56). Estas dos citas son una síntesis del tono de la novela. La protagonista habla de su libro Vivir sin Estado, referido a primera vista al contexto pero, también, puede referirse al estado interno de ella, incierto y contradictorio. “Yo me siento así cuando de lenguaje se trata: librada a las olas, haciendo la plancha hasta que aparezca el cazador de aguas profundas ¿Tan poco sabemos acerca  de lo que realmente nos pasa? (pag. 240). En el final de la novela (y de su diario) nos confirma este estado de imprecisión. La experiencia propia yuxtapuesta con el lenguaje público  pareciera, entonces, no alcanzar para explicarse su (sin) estado.

Gabriela Massuh / La intemperie | Inrocks libros  

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