Hamlet: ¿Ser o no ser o pienso, luego existo? Descartes y Aristóteles. (Filosofía y Literatura/Matías Rosas)

A)        Hamlet y Descartes:


            Podemos recorrer las obras “Hamlet” de Shakespeare y “Discurso del Método” de Descartes y encontrar coincidencias en ambas.


            La primera representación de Hamlet fue en el año 1609. La publicación de “Discurso del Método” fue en el 1637. Shakespeare y Descartes eran contemporáneos.


            Haré un diálogo conceptual entre ambos en función de una exposición comparativa.


            "Ser o no ser, ésa es la cuestión" (Acto III, Escena IV, Hamlet, Shakespeare, Literanda, Madrid 2013, pag. 77) Continuando con esta cita, Hamlet amplía esa duda haciendo dos preguntas. La primera refiere a ejemplos mundanos de sufrimiento “¿Quién (…) aguantaría la lentitud de los tribunales, la insolencia de los empleados, (…), las angustias de un mal pagado amor”; y la otra pregunta está relacionada a su nobleza: “¿Quién podría tolerar tanta opresión (…) bajo el peso de una vida molesta, si no fuese que el temor de que existe alguna cosa más allá de la muerte (…) nos embaraza de dudas?” Podríamos analizar en estas dos preguntas un doble conflicto en Hamlet. Por un lado plantea problemas del plano social, bien común, mandato moderno. En la otra pregunta plantea un temor que no debería tener por su posición de príncipe. El mandato caballeresco de la época no permite que un príncipe piense de manera cobarde, que tenga miedo de morir, empero aún, del suicidio.


            Hamlet mira hacia adentro y estas ideas adventicias (ideas del afuera percibidas por los sentidos) son una característica del discurso cartesiano: “…era necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa y observando que esta verdad ´yo pienso, luego soy´, era tan firme y segura que las más extravagantes suposiciones de los escépticos no son capaces de conmoverla, juzgué que podía recibirla, sin escrúpulo, como el primer principio de la filosofía que andaba buscando” (Descartes, “Discurso del Método”, Biblioteca de grandes pensadores, Greddos, Madrid 2006, pag. 60).


            Por lo tanto, Descartes le está respondiendo a Hamlet. Le dice que con el sólo hecho de pensar, de dudar, él ya es, ya existe. Invalida el “ser o no ser”. Inclusive, cuando Descartes dice “las más extravagantes suposiciones de los escépticos no son capaces de conmoverla” en esta misma cita, pareciera que estuviera dirigida “personalmente” a Hamlet, porque éste mantiene esta actitud de desconfianza en toda la obra (aunque el más escéptico es Horacio).


            Ahora el turno de Descartes, dice: “Mi tercera máxima fue procurar siempre vencerme a mí mismo antes que a la fortuna, y alterar mis deseos antes que el orden del mundo” (pag. 53).


            Y Hamlet le responde “¿Nada merece un Rey con quien se cometió el más atroz delito para despojarle del cetro y la vida? ¿Soy cobarde yo?” (pag. 71)


            Hamlet le está diciendo  que él va a vengar a su padre, que será un vengador apasionado. Esta pasión va en contra del principio moral estoico de Descartes, ya que Hamlet está primando sus deseos antes que todo. Pero Hamlet podría decirle que sigue siendo moral  que él quiera vengar a su padre, porque aunque pareciera transgredir el orden al pensar en asesinar al rey actual, aun así, prevalece el orden de caballería (honor, valentía). Y esto es mantener el orden social. Justifica la máxima de Descartes.


            En conclusión, por medio de este diálogo ficcional, podemos ver que Hamlet tiene coincidencias  con el  discurso cartesiano.




B)        Hamlet y la Poética de Aristóteles:


            Si bien Aristóteles en su Poética analizó la poesía de su época (-IV) detallando los elementos de la epopeya, poesía trágica, comedia y ditirambo, es posible utilizar sus concepto para analizar si la tragedia isabelina ha continuado con la misma estructura.


            A continuación expondré citas de La Poética y haré referencias a Hamlet para verificarlas:


            “Los objetos que los imitadores representan son acciones (…) distingue a la tragedia (…) a los hombres peores de lo que son”. (La Poética, Aristóteles, Cap. II).


            Hay acciones del personaje Hamlet, y de otros personajes en escenas que comparten o no con Hamlet, en toda la obra. Y los personajes están representados radicalmente. Rey Claudio, asesino. Horacio, intelectual, escéptico, racional. Hamlet: loco, ¿se hace el loco?, vengativo, pasional. Gertrudis, conciliadora, protectora, mentirosa, etc.         


         
            “La posición de Homero (…) el carácter dramático de sus imitaciones, fue asimismo el primero en bosquejar para nosotros las formas generales de la comedia al producir no una invectiva dramática, sino un cuadro dramático de lo ridículo”. (Cap. IV).


            Hay momentos ridículos en Hamlet. El carácter del mismo Hamlet (locura/comicidad) o de simulación de locura. Ejemplo fragmento del Acto II, escena VIII:


HAMLET: (…) Pero, mi tío padre, y mi madre tía, a fe que se equivocan mucho.


GUILLERMO: ¿En qué, señor?


HAMLET: Yo no estoy loco, sino cuando sopla el nordeste; pero cuando corre el sur, distingo muy bien un huevo de una castaña.


         
            “Una tragedia es la imitación de una acción elevada (…) presentada en forma dramática, (…) incidentes que excitan piedad y temor (…) catarsis de tales emociones”. (…) La tragedia es (…) una imitación de la acción y la vida, de la felicidad y la desgracia”. (Cap. VI); y “…felicidad a la desdicha; y la causa de esta transformación no ha de residir en ninguna depravación, sino en algún gran error de su parte…” (Cap. XIII)


            Concluyo, entonces, con estas últimas citas que resumen los efectos de la tragedia en el espectador. La dicha a la desdicha de Hamlet y de otros personajes provoca catarsis en sus espectadores. Estos tienen la sensación de redimirse con el sufrimiento ajeno, por medio de la pena o el temor que los personajes sufren. El pasaje a la desdicha se acelera por la culpa que siente Hamlet luego de matar por error a Polonio (error trágico). Luego Hamlet será asesinado por Laertes, hijo de Polonio.     

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cultura ágrafa y escrita. Separación autor del narrador en: "El llanto de César Aira". (LIetaratura/Matías Rosas)

Análisis poema "La oruga" de J. Watanabe: opacidad transparencia, adentro afuera, tono, registro. (Literatura/Matías Rosas).