Análisis poema "La oruga" de J. Watanabe: opacidad transparencia, adentro afuera, tono, registro. (Literatura/Matías Rosas).

Análisis de: La oruga, Historia natural (1994), José Watanabe

La oruga
Te he visto ondulando bajo las cucardas, penosamente, trabajosamente,
pero sé que mañana serás del aire.

Hace mucho supe que no eras un animal terminado
y como entonces
arrodillado y trémulo
te pregunto:
¿sabes que mañana serás del aire?
¿te han advertido que esas dos molestias aún invisibles
serán tus alas?
¿te han dicho cuánto duelen al abrirse
o sólo sentirás de pronto una levedad, una turbación
y un infinito escalofrío subiéndote desde el culo?

Tú ignoras el gran prestigio que tienen los seres del aire
y tal vez mirándote las alas no te reconozcas
y quieras renunciar,
pero ya no: debes ir al aire y no con nosotros.

Mañana miraré sobre las cucardas, o más arriba.
Haz que te vea,
quiero saber si es muy doloroso el aligerarse para volar.
Hazme saber
si acaso es mejor no despejar nunca la barriga de la tierra.

            Este poema de Watanabe pareciera ser transparente en su totalidad. “La poesía insistentemente se sitúa en el descontrol que generan los discursos transparentes, más allá de esa prolijidad que borra lo ilegible; se sitúa en todo lo que esos discursos dejan fuera y que persiste como lo no dicho” (Genovese, Leer Poesía: lo leve, lo grave, lo opaco, Buenos Aires, Fondo de cultura económica, 2011).
Zonas opacas:
“Hace mucho supe que no eras un animal terminado
y como entonces
arrodillado y trémulo
te pregunto: ”
La opacidad de este fragmento está en la posición que toma quien pregunta. Además, de saber que ese animal se convertirá en algo más, el sujeto poético pregunta “arrodillado y trémulo” generando otros sentidos: ¿se pregunta respetuoso? ¿dubitativo? ¿inseguro? ¿en posición inferior? ¿es un súbdito? ¿un superior? ¿un superior superado? ¿un padre?
“tú ignoras el gran prestigio que tiene los seres del aire?
            La palabra prestigio en este verso también opaca. Involucra a otros, a una colectividad. Pero, ¿por qué importa al sujeto poético, el otro?, ¿quién es el otro? Esta opacidad abre el sentido.

            “ondulando bajo las cucardas, penosamente, trabajosamente”:
Muestra a la oruga bajo las plantas. Antes de su crecimiento. Simboliza protección, aunque  sufre, pelea.
“…dos molestias aún invisibles
serán tus alas”: 
Puede verse el nacimiento de las alas de la oruga. Simboliza que tiene nuevas motivaciones.
            “y un infinito escalofrío subiéndote desde el culo”:
Pareciese que se rompe el registro con “culo” pero este verso acerca el sujeto poético al objeto. Y eso libera. Ezra Pound dijo (El arte de la poesía, una recapitulación, México 1970): “es la presentación instantánea de dicho complejo (intelectual y emotivo) lo que produce esa sensación de súbita  liberación; esa sensación de estar libre de los límites temporales y espaciales”
            “Mañana miraré sobre las cucardas, o más arriba”:
El Sujeto poético mira sobre las plantas a esa oruga que ya partió convertida en otro ser. Simboliza anhelo, desprendimiento, trabajo hecho, “más arriba”: que no tiene finitud, desarrollo sin límites.
La elección de esa planta, de ese arbusto, no es fortuita. La cucarda, además de ser una planta, es un objeto similar a una escarapela, un emblema de pertenencia. El sujeto poético ve lo extraño y lo inseguro afuera. Aunque sabe que es el destino de la oruga, a donde debe ir. Debe partir al exterior, debe volar.
“tú ignoras el gran prestigio que tiene los seres del aire?
Este verso (citado anteriormente por su opacidad) involucra al otro, al afuera. El afuera representado por la palabra prestigio, un individuo que sobresale en una comunidad; seres de aire, seres superiores a otros, por arriba de lo que están en la tierra, que no despejan la barriga.

                “Hay un yo creado por el poema en la medida que puede dar cuenta de una experiencia singular” (Genovese, Leer Poesía: lo leve, lo grave, lo opaco, Buenos Aires, Fondo de cultura económica, 2011).
El poema está en primera persona en tiempo presente. El sujeto poético es quien habla, mantiene su subjetividad. Transmite sentimientos, conoce al objeto, es un sujeto deseante. La interrelación es cercana al objeto durante todo el poema.
Es interpelativo: “¿sabes que mañana serás del aire?
Paternal “…debes ir al aire y no con nosotros”.
Es dubitativo: “si acaso es mejor  no despejar nunca  la barriga de la tierra”
Conoce el mundo, el exterior: “tu ignoras el gran prestigio que tienen los seres del aire”
El sujeto es distinto al objeto.
      
quiero saber si es muy doloroso el aligerarse para volar.
Hazme saber
si acaso es mejor no despejar nunca la barriga de la tierra.”

            El final del poema plantea la motivación del sujeto poético, que el objeto se exteriorice junto al dolor y a la duda que esto mismo conlleva. Lo que pasará, su sentido contradictorio, que no termina de aclarar, de transparentarse, de develar.

Primer concepto teórico: lo abierto: “El animal está, a la vez, abierto y no abierto. O, mejor ni una cosa ni la otra: está abierto en un no-develamiento que, por un lado, lo aturde y disloca con vehemencia en su desinhibidor, y, por otro lado, no devela de ningún modo como ente  aquello que lo tiene así constreñido y absorto” (Giorgio Agamben sobre Heidegger, Lo abierto, Buenos Aires, A. Hidalgo, 2002):
            El no conocimiento del sujeto poético se da porque el animal no puede referirse a lo no abierto, a pesar de su conocimiento místico “permanece excluido precisamente del ámbito esencial del conflicto entre develamiento y velamiento” (Heidegger, mismo texto).

            Segundo concepto teórico: re-vuelta: “entendemos primeramente una impugnación de las normas, valores,  y poderes establecidos (…) Lo que tiene hoy sentido no es inmediatamente el futuro (como pretendían el comunismo y las religiones providenciales), sino la re-vuelta: es decir, la interrogación y el desplazamiento del pasado. El futuro, si existe, depende de ello (…) La re-vuelta expone al ser hablante a una insostenible conflictividad, fijado en la celebración de su puro y simple rechazo de lo antiguo o en la positividad incuestionada de lo nuevo”. (Kristeva, La revuelta íntima, Literatura y Psicoanálisis, Buenos Aires, Eudeba, 2001).
            Esta conflictividad en el poema está presentada pero no está determinada, no está cerrada a un orden nuevo. Plantea una contradicción, polos opuestos: vuelo-tierra, dolor-valentía. 


         José Watanabe (1945-2007) pertenece a los poetas peruanos del 70, que experimentaron con el coloquialismo y de radicalismo ideológico. Su literatura se mantuvo independiente a la situación política de su país. Está más bien influenciada por el haiku (de quién aprendió de su padre), y además al laconismo contemplativo de la poesía oriental, agregó una tradición hispana y humor criollo. En Historia natural utiliza la parábola (1994) y técnicas del haiku “para que se entienda otro nivel debajo de lo dicho” (palabras propias del poeta).


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cultura ágrafa y escrita. Separación autor del narrador en: "El llanto de César Aira". (LIetaratura/Matías Rosas)

Hamlet: ¿Ser o no ser o pienso, luego existo? Descartes y Aristóteles. (Filosofía y Literatura/Matías Rosas)