Vanguardia y neobarroco latinoamericano, ¡crepitemos! (Literatura/Matías Rosas)
Temario
a. Yo lírico y autor - Parra
b. Vanguardia - Girondo
c. Concretismo
d. Imposibilidad de decir - Vallejo
e. Neruda
f. Neo barroco - Lezama Lima
a. Hamburger, K.: La lógica de la literatura: el yo lírico es “un auténtico sujeto enunciativo” (pag. 183) ¿Hay relación entre el yo lírico con el yo escritor? Ella dice que no hay criterio preciso, ni lógico ni estético, ni interno ni externo, que nos permita identificar al sujeto enunciativo del poema con el escritor. Y trae a discusión el carácter de real o ficción del yo lírico y plantea que “la vivencia puede ser ficticia en el sentido de inventada, pero al sujeto vivencial, y por tanto al enunciativo y al yo lírico, sólo cabe encontrarle como sujeto real” (pag. 187). En el poema mismo el sujeto lírico inventado es real. No importa si es idéntico o no al escritor.
Con el poema “Autorretrato” de Parra puede ejemplificar esto: “En materia de ojos, a tres metros / No reconozco a mi propia madre. / ¿Qué me sucede? -¡Nada! / Me los he arruinado haciendo clases:”
En este fragmento podemos concluir que, a pesar de las semejanzas con la misma vivencia del escritor (Parra era profesor de un Liceo), en el poema existe un sujeto enunciativo con vivencia propia y real. El hecho del que yo lírico aparezca personal o autobiográfico no es contradictorio a pensar que hay una construcción de realidad en el poema separada del escritor.
b. Extraigo tres conceptos centrales de Mignolo, W.: Textos, modelos y metáforas para definir a las vanguardias de ppios. de S. XX:
1. Volatilizar la figura del poeta (pag. 69): el sujeto poético queda diseminado.
2. Fusión del polo del sujeto y del polo del objeto (pag. 70): el objeto se construye en la propia escritura y se funde con el sujeto.
3. Metatexto (pag. 74): aborda los procedimientos en el nivel de la enunciación en lugar de hacerlo en el nivel del enunciado. Prioriza la forma sobre el contenido.
Para ejemplificar tomemos fragmento del poema de Girondo, “Puro no”: son diecisiete versos y el “yo” recién aparece en el verso trece sólo con la palabra misma (yo diseminado), sin adjetivización ni acción, sólo para afirmar el “no” (el objeto). Los últimos versos: “el yerto inóseo noo en unisolo amódulo / sin poros ya sin nódulo / ni yo ni fosa ni hoyo / el macro no ni polvo / el no más nada todo / el puro no / sin no”. Y el procedimiento enunciativo por medio de las repeticiones de los “no”, de las deformaciones de las palabras, el mismo dibujo triangular que forman los versos y las aclaraciones al pie, constituyen la potencia de la enunciación del poema.
c. “Lo imprevisto estalla en las imágenes espaciales y sonoras de la obra de Augusto de Campos”. Así empieza Aguilar, G. en Poesía concreta brasileña. Los concretistas arman escena, no hay postura expresiva ni subjetiva, ausencia de sujeto confesional. Toman distancia del objeto. Intentan atrapar el movimiento del pensamiento (imágenes, ritmo, espacialidad). Estrategia de trayectoria: piensan en la mirada del receptor, al itinerario que debe seguir la mirada para lograr sentido.
Minimizan el azar (diferencia con el surrealismo): hay orden relacional y espacial. Es decir, logran lo imprevisto por medio del orden y la estrategia.
d. Agamben, G.: Lo que queda de Auschwitz define testimonio: “al sistema de las relaciones entre el dentro y el fuera de la langue, entre lo decible y lo no decible en toda la lengua, o sea, entre una potencia de decir y su existencia, entre una posibilidad y una imposibilidad de decir”.
La poesía de César Vallejo es un decir tentativo, dubitativo, testimonial. En el final su poema VI: “de probar que sí sabe, que sí puede / ¡CÓMO NO VA A PODER! / azular y planchar todos los caos”, Vallejo plantea una posibilidad de lo que se puede probar pero lo pone en duda. Esta contingencia es una imposibilidad de decir o de la posibilidad de que no exista. La contingencia es lo posible que se pone a prueba en un sujeto. La posibilidad (poder ser) y contingencia (poder no ser) son operadores de la subjetivación y la negación de ambos, determinan la destrucción del sujeto. El sujeto ético testimonia desde la desubjetivación y eso lo convierte en nadie (colectivo) . Ahora, cuando se habla de firma o de autor pareciera estar enfrentado al concepto de testigo o de testimonio, porque podríamos entender que la observación del testigo queda parcializada por su autor. Pero lo que otorga y nos importa del auctor es la fuerza de prueba a lo que por sí mismo carece de ella y da vida a algo que no hubiera existido de otra manera. Entonces, la única existencia posible es la de auctor-testigo.
e. Neruda es pos vanguardista. El yo lírico se manifiesta desde poder, pudiendo decir, a diferencia de Vallejo que no sabe e intenta. Poema Veinte de “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche. / Escribir, por ejemplo: La noche está estrellada,” El yo lírico en Neruda, puede y escribe
En “Los versos del capitán”, el yo lírico realiza otro procedimiento para no dejar de escribir. Escribe un prólogo y en anonimato. Este anonimato es un medio para poder.
Poema VI de Oda y germinaciones: “Y bien, este peligro / es peligro de amor, de amor completo / hacia toda la vida, hacia todas las vidas, / y si este amor nos trae / la muerte o las prisiones,” Y en este poemario, el yo lírico habla de un “nosotros”, a diferencia de Veinte poemas…, el sujeto es plural, y ambos se acercan al objeto (amor).
f. Lezama Lima, La Madre: “El símil de la gaveta como una culebra, /la del tamaño de un brazo, la viruta / la lengua en su extensión doblada, la de los relojes / viejos, la temible / y risible parlante”. Podemos ver en este fragmento:
.Opuestos, claroscuros: el yo lírico habla de su madre como temible y como risible.
.Heterogeneidad de materiales que se mezclan: culebra, brazo, relojes, vejez, temor, risa.
.Crepitación formal: desafía la forma, exceso: “el símil de la gaveta como una culebra”. Prevalece el significante sobre el significado.
a. Yo lírico y autor - Parra
b. Vanguardia - Girondo
c. Concretismo
d. Imposibilidad de decir - Vallejo
e. Neruda
f. Neo barroco - Lezama Lima
a. Hamburger, K.: La lógica de la literatura: el yo lírico es “un auténtico sujeto enunciativo” (pag. 183) ¿Hay relación entre el yo lírico con el yo escritor? Ella dice que no hay criterio preciso, ni lógico ni estético, ni interno ni externo, que nos permita identificar al sujeto enunciativo del poema con el escritor. Y trae a discusión el carácter de real o ficción del yo lírico y plantea que “la vivencia puede ser ficticia en el sentido de inventada, pero al sujeto vivencial, y por tanto al enunciativo y al yo lírico, sólo cabe encontrarle como sujeto real” (pag. 187). En el poema mismo el sujeto lírico inventado es real. No importa si es idéntico o no al escritor.
Con el poema “Autorretrato” de Parra puede ejemplificar esto: “En materia de ojos, a tres metros / No reconozco a mi propia madre. / ¿Qué me sucede? -¡Nada! / Me los he arruinado haciendo clases:”
En este fragmento podemos concluir que, a pesar de las semejanzas con la misma vivencia del escritor (Parra era profesor de un Liceo), en el poema existe un sujeto enunciativo con vivencia propia y real. El hecho del que yo lírico aparezca personal o autobiográfico no es contradictorio a pensar que hay una construcción de realidad en el poema separada del escritor.
b. Extraigo tres conceptos centrales de Mignolo, W.: Textos, modelos y metáforas para definir a las vanguardias de ppios. de S. XX:
1. Volatilizar la figura del poeta (pag. 69): el sujeto poético queda diseminado.
2. Fusión del polo del sujeto y del polo del objeto (pag. 70): el objeto se construye en la propia escritura y se funde con el sujeto.
3. Metatexto (pag. 74): aborda los procedimientos en el nivel de la enunciación en lugar de hacerlo en el nivel del enunciado. Prioriza la forma sobre el contenido.
Para ejemplificar tomemos fragmento del poema de Girondo, “Puro no”: son diecisiete versos y el “yo” recién aparece en el verso trece sólo con la palabra misma (yo diseminado), sin adjetivización ni acción, sólo para afirmar el “no” (el objeto). Los últimos versos: “el yerto inóseo noo en unisolo amódulo / sin poros ya sin nódulo / ni yo ni fosa ni hoyo / el macro no ni polvo / el no más nada todo / el puro no / sin no”. Y el procedimiento enunciativo por medio de las repeticiones de los “no”, de las deformaciones de las palabras, el mismo dibujo triangular que forman los versos y las aclaraciones al pie, constituyen la potencia de la enunciación del poema.
c. “Lo imprevisto estalla en las imágenes espaciales y sonoras de la obra de Augusto de Campos”. Así empieza Aguilar, G. en Poesía concreta brasileña. Los concretistas arman escena, no hay postura expresiva ni subjetiva, ausencia de sujeto confesional. Toman distancia del objeto. Intentan atrapar el movimiento del pensamiento (imágenes, ritmo, espacialidad). Estrategia de trayectoria: piensan en la mirada del receptor, al itinerario que debe seguir la mirada para lograr sentido.
Minimizan el azar (diferencia con el surrealismo): hay orden relacional y espacial. Es decir, logran lo imprevisto por medio del orden y la estrategia.
d. Agamben, G.: Lo que queda de Auschwitz define testimonio: “al sistema de las relaciones entre el dentro y el fuera de la langue, entre lo decible y lo no decible en toda la lengua, o sea, entre una potencia de decir y su existencia, entre una posibilidad y una imposibilidad de decir”.
La poesía de César Vallejo es un decir tentativo, dubitativo, testimonial. En el final su poema VI: “de probar que sí sabe, que sí puede / ¡CÓMO NO VA A PODER! / azular y planchar todos los caos”, Vallejo plantea una posibilidad de lo que se puede probar pero lo pone en duda. Esta contingencia es una imposibilidad de decir o de la posibilidad de que no exista. La contingencia es lo posible que se pone a prueba en un sujeto. La posibilidad (poder ser) y contingencia (poder no ser) son operadores de la subjetivación y la negación de ambos, determinan la destrucción del sujeto. El sujeto ético testimonia desde la desubjetivación y eso lo convierte en nadie (colectivo) . Ahora, cuando se habla de firma o de autor pareciera estar enfrentado al concepto de testigo o de testimonio, porque podríamos entender que la observación del testigo queda parcializada por su autor. Pero lo que otorga y nos importa del auctor es la fuerza de prueba a lo que por sí mismo carece de ella y da vida a algo que no hubiera existido de otra manera. Entonces, la única existencia posible es la de auctor-testigo.
e. Neruda es pos vanguardista. El yo lírico se manifiesta desde poder, pudiendo decir, a diferencia de Vallejo que no sabe e intenta. Poema Veinte de “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche. / Escribir, por ejemplo: La noche está estrellada,” El yo lírico en Neruda, puede y escribe
En “Los versos del capitán”, el yo lírico realiza otro procedimiento para no dejar de escribir. Escribe un prólogo y en anonimato. Este anonimato es un medio para poder.
Poema VI de Oda y germinaciones: “Y bien, este peligro / es peligro de amor, de amor completo / hacia toda la vida, hacia todas las vidas, / y si este amor nos trae / la muerte o las prisiones,” Y en este poemario, el yo lírico habla de un “nosotros”, a diferencia de Veinte poemas…, el sujeto es plural, y ambos se acercan al objeto (amor).
f. Lezama Lima, La Madre: “El símil de la gaveta como una culebra, /la del tamaño de un brazo, la viruta / la lengua en su extensión doblada, la de los relojes / viejos, la temible / y risible parlante”. Podemos ver en este fragmento:
.Opuestos, claroscuros: el yo lírico habla de su madre como temible y como risible.
.Heterogeneidad de materiales que se mezclan: culebra, brazo, relojes, vejez, temor, risa.
.Crepitación formal: desafía la forma, exceso: “el símil de la gaveta como una culebra”. Prevalece el significante sobre el significado.
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